En el vientre de Castilla bullen ingentes reservas de agua acumulada. No recordamos en la vida un marzo más pródigo en aguas. El rico beneficio es motivo de buena ventura: cada gota derramada durante el invierno es un día más de primavera, un día más de color verde en una briza de hierba, un instante más de amapolas coloradas en los campos, de requiebros de mariposas en celo, de sinfonías de trinos y zumbidos, de gozo delirante de los sentidos. Cada año le llega el momento al renacer. Pero este año las aguas generosas de marzo sostendrán la vida con mejores bríos.

En nuestro empeño por acompasar los estudios y los tiempos, con la primavera ya triunfante, nos sumergimos en una aventura prometida: el gran Siglo de las Luces. Atrás quedó el denso barroco y se abre camino la Luz de la Razón, para cambiar el mundo, para despertar a un nuevo orden tan necesario como deseado. Sustentado por las aguas subterráneas del estudio, de la ciencia y del pensamiento que sobrevivieron contumaces a la sinrazón barroca.

Desfilarán así por nuestras clases aquel ejército de intelectuales de peluca blanca que emprendieron un camino sin retorno. Audaces, visionarios, exigentes, radicales y ambiciosos, no escatimaron ni una sola gota de sus muchas horas de estudio, en activar la potencia de un mundo ideal que necesariamente estaba llamado a chocar con la más cruda realidad.

En LA ERA DE LA RAZÓN, abordaremos el siglo XVIII desde una visión global, internacional, definiendo las bases intelectuales y filosóficas de la Ilustración y su devenir en la historia, en el arte, en la cultura… Su contrapunto será EL ANHELO ILUSTRADO EN ESPAÑA, donde investigaremos los muchos obstáculos que el movimiento ilustrado encontró en nuestras tierras, pese a los cuales, dio frutos exquisitos, no siempre bien valorados. Tras las excelentes experiencias acumuladas en viajes anteriores, como colofón pedagógico de nuestros temas, insistimos en programar un viaje ilustrado. Como no podría ser de otro modo, el destino será PARÍS, FARO DE LA ILUSTRACIÓN, para hablar de todos estos asuntos en las mismas calles y monumentos en que lo hicieron Voltaire, Rousseau, Montesquieu o Diderot. Con el fin de evitar el riesgo de las masas turísticas, el viaje tendrá lugar a la vuelta del verano. GOYA, O EL TORMENTO ILUSTRADO será nuestra única sesión monográfica del trimiestre, que se nos torna implacable al hablar de arte en el siglo XVIII.

La Ilustración estalló gracias a la fuerza latente de muchos momentos de lucidez pasada. Bajo el manto de los siglos bullía aún en el siglo XVIII el Humanismo de Ficino, Vives y Erasmo, la revolución científica de Galileo, de Copérnico, de Bruno… Pero también la escolástica de Ockham, el estoicismo de Epicteto, y los ideales de Sócrates… Las grandes ideas no mueren jamás, y aguardan prudentes, como un poderoso río subterráneo, su tiempo y su lugar para regresar periódicamente a la Luz.

El agua regalada que bulle en el vientre de Castilla promete una cadena desatada de vida, de la que ya estamos siendo testigos. Qué deleite. Que sepamos aprovecharla. Que estemos a la altura.

La Jirafa Rosa